El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha realizado un estudio que asegura que hacer una pausa para un café en el trabajo puede aumentar la productividad laboral hasta un 8%.
El trabajo de campo consistió en la observación de los empleados de varios call centers (centros de llamadas) en Estados Unidos.
El equipo de investigación otorgó a los empleados dispositivos electrónicos para medir la tonalidad de la voz y el lenguaje corporal (entre otras cosas) mientras disfrutaban de sus descansos.
Según la investigación, no es la cafeína por si sola la que produce un aumento de nuestro rendimiento, sino el hecho de hacer una pausa, descansar e interactuar con los compañeros en un espacio distinto a la sala de juntas.
Es importante diferenciar lo que es Coffe-break de un desayuno largo.
En el primero se hace una pausa, en la que no abandonas el lugar de trabajo y sencillamente se descansa un poco mientras se comparten impresiones con los compañeros y tomas una taza de café. Por el contrario en los desayunos, al desconectar demasiado tiempo, cuesta volver a trabajar a pleno rendimiento y puede resultar en descensos del rendimiento.
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